¿Tu primer viaje a Milán? La capital de la moda es una ciudad fantástica, pero hay algunas reglas no escritas y cosas que debes saber que te ayudarán a tener una mejor experiencia de tu viaje. Nuestra intención es dejarte algunas recomendaciones para que puedas aprovechar al máximo el tiempo en Milán o puedas planear tu itinerario.
La ciudad de Milán es una de las más visitadas, puedes encontrarla al norte de Italia y puedes acceder a ella de manera fácil y cómoda tanto por tierra como por aire, dependiendo de dónde vayas. Es una ciudad muy amigable para recorrerla caminando.
Mejor época para viajar a Milán
Aunque mucha gente asume que es un país soleado y cálido durante todo el año, esto no es así cuando se trata del norte de Italia. Los veranos pueden ser calurosos (con las ya típicas olas de calor). Por contra, los inviernos son bastante fríos. Bajo mi punto de vista, la mejor época para venir a Milán es en primavera y otoño, que también coincide con la temporada baja. Menos turistas, clima templado y precios más económicos. Durante la Navidad, también es una época excelente. Con las luces, los escaparates adornados y los árboles. Quizás, el peor mes de todos es agosto: casi todas las tiendas y restaurantes están cerrados por vacaciones.
Moverse por la ciudad: el transporte
El transporte público es seguro (siempre con cuidado con los carteristas), cómodo, eficiente y asequible. Para llegar a las zonas más alejadas podrás moverte en autobús, tranvía o el metro. Pero, si deseas aprovechar al máximo el tiempo te dejamos esta recomendación del bus turístico de 24, 48 0 72 horas. Realiza un recorrido por los lugares más emblemáticos de Milán con una audioguía en tu idioma.
Tómate un aperitivo
Un viaje a Milán no estará completo sin participar en la tradición del aperitivo. Esta costumbre, muy arraigada entre sus habitantes, tiene lugar antes de la cena (o a veces como sustituto de la cena), y empieza entre las 5 y las 6 de la tarde. ¿Cómo funciona? Hay multitud de bares y tabernas que ofrecen el aperitivo y consiste en pedir una copa (cócteles, Aperol, cerveza, vino, etc.) y comer de algunas pequeñas tapas que son gratuitas. Te recomendamos este tour para disfrutar de esta experiencia.
Propinas
Las propinas no son obligatorias en Milán. En cafeterías o restaurantes de comida rápida, normalmente no se dan. Sin embargo, en restaurantes más de tipo familiar, las propinas siempre son bienvenidas.
Milán cuenta con tres aeropuertos:
1. Aeropuerto de Malpensa (MXP). Aunque está situado a unos 47 km. Por carretera, es el principal aeropuerto de Milán y el de mayor tráfico de Italia, después de Fiumicino (Roma).
2. Aeropuerto de Bérgamo (BGY), o de Orio al Serio, por el municipio en el que está ubicado. Situado a 50 km de la ciudad, con él operan preferentemente las compañías Low Cost.
3. Aeropuerto de Linate (LIN), conocido también como Enrico Forlanini. Es el más cercano, situado en las afueras de la ciudad.
Cómo llegar en tren a Milán
La mayoría de los trenes de cercanías y de largo recorrido llegan a Milán a la estación Central (Stazione Centrale) que se encuentra al Este de la ciudad.
El tren es una de las mejores opciones para las personas que necesitan ahorrar tiempo y disfrutar del paisaje. El tren desde Florencia hasta Milán es de 2 horas y 3 horas desde Roma. También, puedes encontrar trenes que son más económicos pero más lentos, lo que implica que tardarás más tiempo del previsto hasta llegar a tu destino.
Las 7 mejores cosas que ver en Milán en un día son:
Duomo de Milán, Catedral de Milán
La construcción del Duomo de Milán inició en 1386 y terminó en 1965 y se llevó a cabo en el mismo lugar donde se encontraba desde el siglo V la Basílica de San Ambrosio a la que se agregó, en el año 836, la Basílica de Santa Tecla y que fueron destruidas por un incendio en el 1075. La construcción de la Catedral de Milán dio inicio bajo el mandato de Gian Galeazzo Visconti con el objetivo de renovar el área y celebrar la política de expansión territorial de los Visconti. El exterior de la Catedral se encuentra revestido de mármol blanco rosado al igual que la parte superior que culmina con una infinidad de pináculos y torres coronadas por estatuas que contemplan la ciudad.
Este impresionante proyecto dio como resultado una obra arquitectónica única, que fusiona el estilo gótico internacional con la arquitectura tradicional lombarda.
Para visitarla y evitar las largas filas te dejamos este link para comprar las entradas.
Galería Vittorio Emanuelle II
Situadas justo al lado de la Plaza del Duomo se encuentra la galería Vittorio Emanuelle II, construida en el siglo XIX. Esta galería comunica la Plaza del Duomo con el Teatro de La Scala y en ella se encuentran las tiendas y cafés más glamurosos de Milán. La verdad es que es un recorrido súper agradable visitar por dentro las galerías. Todas las tiendas comparten una cosa: sus carteles son negros y sus letras doradas. Por cierto, no te olvides de pisar los testículos del toro y dar un giro de 360º (si eres capaz, claro), ¡Da suerte!
El Teatro de La Scala
Es uno de los teatros de ópera más famosos del mundo y el centro cultural de la alta sociedad milanesa, también otro lugar imprescindible qué ver en Milán. Hace relativamente poco ha sido restaurado y en él se han representado grandes obras de los mejores artistas de la lírica. Si desear realizar la visita guiada que te permitirá conocer el interior del teatro te dejo el link AQUI.
La Iglesia Santa Maria delle Grazie
Es famosa porque en ella se encuentra el cuadro de “La última cena” del genio Leonardo Da Vinci. Si pretendes ver una de las pinturas más famosas de Leonardo da Vinci, deberás reservar con suficiente antelación. El número de visitantes permitidos es restringido y solo se puede ver la obra durante 15 minutos.
Para verlo tienes que reservar la entrada con muchísima antelación. Te recomiendo que al menos dos meses antes compres los tickets. Desde este link puedes reservar las entradas.
Las columnas de San Lorenzo
Tal vez no sean el monumento más popular de Milán. Sin embargo, las Colonne di San Lorenzo, como las conocen los locales, son uno de esos rincones que merece la pena visitar si no por su espectacularidad, por su singularidad. Y es que, en todo viaje, hay puntos de interés que destacan por unos u otros motivos y, en este caso, lo hacen por ser una de las pocas ruinas romanas que quedan en la ciudad.
Su esbelta silueta es solo comparable a la grandiosidad de unas piezas que se revelan en todo su esplendor frente a la basílica de San Lorenzo Maggiore, la iglesia más antigua de Milán. Sobrias y de inspiración clásica dan una idea de la importancia que la propia ciudad alcanzó en tiempos del Imperio, motivo más que suficiente para merecer la atención del viajero… ¡Pero hay más!
Canal de Navigli
Su nombre se debe a los característicos canales que lo atraviesan. Se trata de una obra de ingeniería acuática que en su origen llegaba hasta Milán desde los ríos Ticino y Adda. Comenzaron a proyectarse en la Edad Media y fueron uno de los principales ejes económicos de la próspera ciudad hasta su definitivo declive en los años 70 del siglo pasado.
Desde entonces, los Navigli experimentaron un imparable proceso de gentrificación hasta lo que es hoy: un telón de fondo de la bohemia milanesa, lleno de librerías, boutiques de diseño y bares. En definitiva, uno de los lugares imprescindibles para salir en Milán. Los planes en esta zona son infinitos: pasear en barco por los canales, curiosear por los estudios de los artistas, comprar algo en las originales tiendas de la zona durante el día o tomar una copa en alguno de sus sofisticados locales de noche. Te dejamos este tour por si te animas!!!
Castello Sforzesco y tomarse un respiro en el Parque Sempione
Este antiguo castillo construido en el siglo XIV se caracteriza por estar muy bien conservado. La entrada es gratuita y se puede visitar en poco tiempo, por lo que no tienes excusa para conocerlo. En el Castello Sforzesco se encuentran también varios museos de arte (estos no son gratuitos) que convierten al Castello en la sede del patrimonio cultural, histórico y artístico de Milano. La visita al castillo acaba en el Parque Sempione, un lugar donde poder tumbarse y relajarse un rato, especialmente si tienes un día soleado en Milán.
Esperamos que te haya sido útil, que lo hayas disfrutado y tengas ideas para cuando organices tu viaje a esta maravillosa ciudad. Si es así, nos encantaría que nos lo cuentes.
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